La fatiga es uno de los síntomas más común, y a su vez menos visible, de la esclerosis múltiple. Algunos estudios indican que hasta el 90% de las personas con esclerosis múltiple padece fatiga.
La fatiga en la esclerosis múltiple puede ser descrita como una sensación de agotamiento mental o físico extremo. Es uno de los síntomas más comunes de la esclerosis múltiple, y puede afectar a las personas con EM durante horas, días o incluso meses. La fatiga puede repercutir en la capacidad de una persona para trabajar o participar en la vida familiar o social. Dado que la fatiga no es un síntoma evidente, los afectados de EM se sienten incomprendidas por las personas de su entorno, que no perciben la fatiga ni llegan a comprender su impacto en la vida de la persona que la sufre, en muchos casos de forma crónica.
Existen dos tipos de fatiga: la física y la cognitiva. La fatiga física puede hacer que una persona tenga la necesidad imperiosa de acostarse inmediatamente, sintiendo sus brazos y piernas muy pesados, hasta el punto de suponerle un sobreesfuerzo moverlos. La fatiga cognitiva puede conllevar dificultad para concentrarse, seguir una conversación, o utilizar las palabras y las cifras.
¿Por qué se da la fatiga en la esclerosis múltiple?
La/s causa/s de la fatiga en la EM sigue/n siendo desconocida, sin embargo las más probables que se barajan son:
- la anormalidad estructural que se produce en el cerebro, debido a la desmielinización y pérdida axonal como consecuencia de la propia actividad del sistema inmune en el cerebro,
- las dificultades de la glándula pituitaria para producir hormonas,
- o los problemas en el control del corazón o cambios químicos en los músculos.
¿Cómo puede tratarse o controlarse la fatiga?
Lamentablemente, sólo hay algunos medicamentos que parecen aliviar la fatiga producida por la esclerosis múltiple.
La amantadina es un medicamento antiviral, también de aplicación en la enfermedad de Parkinson. Se ha utilizado para el tratamiento de la fatiga en la EM desde 1980, pero una revisión de los ensayos clínicos realizados ha demostrado que proporciona mejoras pequeñas (del 20 al 40 por ciento) y de corta duración.
También se han llevado a cabo ensayos con pequeñas dosis de modafinilo, durante periodos cortos de tratamiento (un máximo de 12 semanas), que han mostrado un efecto positivo en su mayoría. Se recomiendan estudios adicionales para determinar el efecto de modafinilo a largo plazo y a la dosis apropiada.
Por otro lado, muchas personas utilizan otras estrategias para combatir la fatiga, tales como hacer la siesta de forma regular, priorizar tareas, trabajar a tiempo parcial, solicitar ayuda en las labores diarias, y hacer ejercicio regularmente para ayudar a minimizar el impacto de la fatiga en su día a día.
Leer el dossier completo MS in focus “La fatiga y la EM” de la MS International Federation.
Fuente original: “Fatiga”, MS International Federation
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