La EM, como enfermedad neurológica que es, afecta a multitud de órganos y sistemas. El aparato urinario inferior no es una excepción.
La vejiga es un órgano muscular hueco que tiene dos funciones: llenarse y vaciarse. El comportamiento cíclico de la misma está controlado por un sistema voluntario. De una forma sencilla podemos decir que nuestro sistema nervioso, cuando queremos que la vejiga se llene, impide la contracción de las paredes musculares de la misma. Cuando decidimos orinar, el sistema nervioso permite que la vejiga se contraiga de forma refleja. Esto es así ya que la micción es un acto reflejo.
La mayor parte de pacientes afectados de EM no pueden impedir que su vejiga se contraiga de forma involuntaria, no son capaces de inhibir este reflejo. Estas contracciones suelen asociarse a un deseo súbito para orinar (la denominada “urgencia miccional”) que en muchas ocasiones termina en un escape urinario (incontinencia). También es habitual que el enfermo tenga que ir con frecuencia a orinar, ya que si retiene ese deseo de orinar, es fácil que haya más incontinencia.
En la ponencia trataremos de explicar brevemente el funcionamiento normal de la vejiga y las alteraciones urinarias más habituales que se producen en la EM.
Un mejor conocimiento de las alteraciones llevarán consigo una mejor comprensión de los métodos y tratamientos empleados.
〉PONENTE: Agustín Franco, Médico especialista sénior y Consultor del Servicio de Urología del Hospital Clínic de Barcelona
〉TEMÁTICA: Síntomas y diagnóstico