Revisión de los principales síntomas invisibles de la esclerosis múltiple y de los tratamientos más comunmente utilizados para su manejo
Dado que la esclerosis múltiple es una enfermedad variada en su localización, manifestación y presentación, sus síntomas también lo son, aunque algunos son más frecuentes y más o menos invisibles para la sociedad que otros.
Debido a que el sistema nervioso central se encarga del control de muchas de las funciones de nuestro cuerpo, los síntomas en la esclerosis múltiple pueden variar desde el dolor hasta la disfunción sexual. Dentro de este amplio abanico de síntomatología que acompaña a una lesión neurológica, hablaremos en concreto de los síntomas invisibles más fundamentales y que más pueden limitar el día a día del paciente con esclerosis múltiple, como son: el dolor, la fatiga, la disfunción de esfínteres, la disfunción sexual, la cognición, la espasticidad y el ánimo.
Por otro lado, abordaremos también su tratamiento. En la esclerosis múltiple existen tres tipos de tratamiento: el modificador de la enfermedad, el rehabilitador y el sintomático. ¿En qué consiste este último?
El tratamiento sintomático es aquél que nos ayuda a manejar los síntomas que ya se han establecido y a mejorar la calidad de vida del paciente, a pesar de poder presentar secuelas definitivas.
〉TEMÁTICA: Causas, síntomas y diagnóstico