El trasplante de progenitores hematopoyéticos frena el avance de la Esclerosis Múltiple
Un estudio pionero exhibe datos positivos del trasplante de células madre en pacientes con esclerosis múltiple (EM) remitente-recurrente.
El trasplante de células madre hematopoyéticas frena el avance de la esclerosis múltiple (EM) y mejora la discapacidad en la fase temprana, según se desprende de un estudio realizado por Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital Universitario y Politécnico La Fe (IIS-La Fe), que ha dirigido Bonaventura Casanova, médico adjunto de Neurología y responsable del CSUR- Esclerosis Múltiple. Esta conclusión es el resultado del seguimiento de ocho años a 31 pacientes con Esclerosis Múltiple que recibieron el trasplante.
En concreto, ninguno de los 22 pacientes diagnosticados de Esclerosis Múltiple remitente-recurrente empeoró y el 60 por ciento mejoró en un punto su nivel de discapacidad. Y en el caso de los nueve pacientes con EM secundaria progresiva, la progresión de la enfermedad se detuvo durante dos años, aunque pasado este tiempo los pacientes volvieron a empeorar.
Según ha explicado a DM Casanova, “con el trasplante de médula se pretende, a través de un procedimiento de inmunodepresión muy fuerte, eliminar la respuesta inflamatoria y resetear el sistema inmunológico”.
Los criterios de selección de los pacientes fueron que presentaran brotes y progresión de la discapacidad durante el año previo, estando en tratamiento con fármacos de segunda línea (fingolimod, natalizumab o ciclofosfamida).
Casanova ha señalado que “en la unidad se realizan visitas trimestrales y, cuando se detecta el fracaso terapéutico, se valoran las diferentes opciones terapéuticas con los pacientes”.
En el caso del trasplante autólogo de progenitores hematopoyéticos, el procedimiento se realiza en el Servicio de Hematología y el seguimiento durante los tres primeros meses se hace de forma conjunta por ese servicio y la Unidad de Esclerosis Múltiple. A partir de ese momento, el paciente sigue controles trimestrales con analíticas y visitas médicas y con la realización de una resonancia magnética anual.
Según el especialista, los resultados en los pacientes con formas remitente-recurrente son muy buenos, y el perfil beneficio-riesgo es muy claro a favor del beneficio, “como se ha publicado recientemente en un metanálisis de 764 pacientes en la revista Neurology“, en alusión al trabajo del grupo de Maria Pia Sormani, de la Universidad de Génova, en Italia.