Los síntomas de la Esclerosis Múltiple son variables dependiendo del área del sistema nervioso que está dañada, de la extensión, gravedad y número de las lesiones.
Los síntomas de la Esclerosis Múltiple son diferentes para cada persona, por ello se la suele conocer como “la enfermedad de las mil caras”.
Algunas de las primeras molestias que se presentan son el entumecimiento, las alteraciones de la visión y la parálisis muscular.
Los síntomas de la Esclerosis Múltiple más habituales son la fatiga, falta de equilibrio, dolor, alteraciones de la marcha, trastornos visuales y cognitivos, dificultades del habla, temblor, etc.
En la forma más frecuente de la enfermedad (remitente-recurrente), estos síntomas aparecerán en forma de brotes o exacerbaciones, pero también pueden aparecer de forma progresiva en el caso de la Esclerosis Múltiple primaria progresiva.
Podemos clasificar los síntomas en grandes grupos, según que partes del organismo y funcionalidades se ven afectadas.
La mayoría de las personas sólo experimentan algunos de estos síntomas.
Principales síntomas de la Esclerosis Múltiple:
Trastornos de la marcha
El trastorno de la marcha en la Esclerosis Múltiple es frecuente incluso en las fases tempranas de la enfermedad. La mitad de los pacientes refieren ya alguna alteración en la calidad de su marcha dentro del primer mes tras el diagnóstico o incluso antes de ser diagnosticados.
Además, se trata del síntoma al que más importancia le dan los pacientes y el que más condiciona su actividad.
Las causas de la alteración de la marcha son diversas y en ella influyen diferentes aspectos como la fuerza muscular, el equilibrio, la coordinación, la propiocepción (la conciencia del propio cuerpo), la visión, la espasticidad, la fatiga e inclusos aspectos cognitivos.
Trastornos sensoriales y dolor
Los afectados de Esclerosis Múltiple relatan casi siempre una sensación de entumecimiento u hormigueo, tensión alrededor de las articulaciones o la cadera, dolores o disminución de la sensibilidad de la piel.
A menudo estas molestias empiezan en la punta de los dedos y se extienden por los brazos y las piernas. También es frecuente experimentar una especie de latigazo a lo largo de la columna vertebral al flexionar el cuello.
Una sudoración anormal es también frecuente en los afectados de EM.
Parece ser que los dolores de cabeza son más frecuentes en personas con Esclerosis Múltiple que en la población en general.
Parálisis muscular
A menudo los músculos se debilitan, se cansan fácilmente, se muestran tensos (espásticos) y rígidos. La parálisis muscular también se manifiesta en brazos y en piernas, a veces en un solo lado del cuerpo.
La debilidad muscular se puede intensificar con el calor, la fiebre o el esfuerzo.
Trastornos de la visión
En un 70% de los afectados de Esclerosis Múltiple se da una inflamación del nervio óptico, produciéndose dolores oculares que empeoran con el movimiento del globo ocular. Los afectados ven por un ojo como si miraran a través de un velo o de la niebla.
También puede verse afectada su visión del color, la visión central, o pueden ver doble si se produce parálisis de los músculos del ojo.
Parálisis facial y trastornos del habla
Cuando la Esclerosis Múltiple afecta a la función de algunos nervios craneales, se puede dar parálisis facial o dolor (neuralgia del trigémino), así como trastornos del sentido del gusto. Si el cerebelo está dañado puede haber afectación en el habla, que se presenta junto con dificultades para andar y temblor de manos.
El deterioro de ciertos nervios craneales puede producir también trastornos del equilibrio.
Trastornos de la vejiga e intestinales
Los trastornos de la función vesical, que pueden limitar mucho la vida diaria y el bienestar de los afectados de Esclerosis Múltiple, se presentan en dos tercios de los casos. Se da incontinencia en los primeros estadios y más adelante puede haber una retención indeseada de la orina. Se puede dar también estreñimiento y otros trastornos de la función intestinal.
Trastornos de la función sexual
Se pueden producir problemas de erección y lubricación, disminución de la excitación y perdida de sensibilidad.
Fatiga
La fatiga en Esclerosis Múltiple puede tener varias causas. Puede estar relacionada con la discapacidad neuromuscular, así como con los cambios y esfuerzos que comporta realizar actividades comunes y corrientes teniendo que lidiar con problemas de movilidad.
Si la EM afecta la respiración, las actividades más simples pueden resultar extenuantes.
Alteraciones cognitivas
En los afectados de Esclerosis Múltiple se puede dar lentitud en el procesamiento de la información, fallos en la capacidad de atención, problemas de memoria y alteraciones en las funciones ejecutivas, como por ejemplo la capacidad para planificarse o solucionar problemas.
Los afectados pueden mostrarse más apáticos, sin motivación, o, por el contrario, desinhibidos e impulsivos.
Estas alteraciones cognitivas, menos aparentes que otras, pueden generar incomprensión, tanto por parte del propio afectado como de su entorno, e incidir en su estado emocional.
Trastornos emocionales
La enfermedad, junto con el conjunto de sus síntomas incapacitantes, influye en el estado emocional de la persona, que puede mostrar cambios de humor y síntomas depresivos como tristeza, insomnio y falta de energía.
La depresión y la ansiedad son estados emocionales que se presentan con frecuencia y contribuyen a que la vida de las personas afectadas pueda ser más costosa y dependiente.
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Fuente imagen: Efesalud. Infografía Merck