Una nueva tecnología digital ha permitido avanzar en la investigación de un biomarcador sanguíneo que podría predecir la actividad futura de la enfermedad en pacientes con esclerosis múltiple
La tecnología Simoa de Quanterix, que detecta moléculas relevantes en muestras con una sensibilidad hasta 1000 veces mayor que los métodos convencionales, permitió a un equipo internacional de investigadores establecer rangos de referencia de la cadena ligera de neurofilamentos séricos (sNfL), un marcador de daño neuronal, corregido por edad e índice de masa corporal (IMC) (factores que se sabe que afectan valores sNfL).
En base a los resultados obtenidos con muestras de suero de más de 5000 personas sanas, el equipo desarrolló una aplicación online que otros investigadores y médicos pueden usar para calcular los rangos de referencia de los niveles séricos de NfL para una persona determinada.
“Este estudio normativo fundamental brinda a los profesionales información importante sobre qué nivel de sNfL se puede considerar ‘normal’”, dijo Kevin Hrusovsky, presidente y director ejecutivo de Quanterix, en un comunicado de prensa.
Usando estos valores de referencia, los investigadores pudieron predecir el riesgo de recaída o empeoramiento de la enfermedad y evaluar la respuesta al tratamiento en pacientes con esclerosis múltiple (EM) a nivel individual.
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“Nuestra esperanza es que este avance establezca un nuevo método para ayudar a los médicos a medir e interpretar valores elevados de sNfL, para evaluar con mayor precisión la actividad de la enfermedad y la respuesta al fármaco para los pacientes con EM”, ha comentado uno de los responsables de la investigación.
Simoa (que significa Single MOlecule Array) es una plataforma de detección completamente automatizada que puede aislar y detectar moléculas individuales unidas a diminutas perlas recubiertas de anticuerpos y que permite la evaluación simultánea de hasta 10 biomarcadores en un solo experimento.
Su tecnología permite la detección de niveles ultrabajos de biomarcadores —proteínas, moléculas de ADN o ARN— “que antes estaban fuera de alcance”, según un vídeo explicativo.
“La capacidad de detectar biomarcadores neurológicos en niveles ultrabajos, que tradicionalmente solo han sido detectables en el líquido cefalorraquídeo, tiene el potencial de transformar la forma en que se diagnostican las lesiones y enfermedades cerebrales”, afirma Quanterix en su sitio web. El líquido cefalorraquídeo es el líquido que rodea el cerebro y la médula espinal.
Con Simoa, los biomarcadores neurológicos relevantes se pueden detectar en etapas mucho más tempranas en muestras humanas que requieren métodos de recolección menos invasivos, informa la compañía, lo que potencialmente permite una mejor predicción del curso de una enfermedad y mejores enfoques de tratamiento.
Además de las enfermedades neurológicas, Quanterix está utilizando la tecnología en áreas terapéuticas que incluyen cáncer, afecciones cardíacas y enfermedades inflamatorias e infecciosas.
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